YATASTO, EL CABALLO DEL PUEBLO

Un día estaba parado en un rincón del club que les conté en la dedicatoria y escuche conversar a dos hombres que tendrían la edad de mi abuelo, en un momento uno le realizó al otro una pregunta de muy difícil respuesta, a lo que el otro le respondió “es una carrera entre Yatasto y Botafogo”. Supuestamente definir el resultado de esa carrera era tan difícil como responder aquella complicada pregunta. Yatasto y Botafogo fueron los dos más grandes caballos de la historia, pero por una cuestión generacional nunca se enfrentaron.
 Estaba terminando el mes de febrero del año 1951, los catedráticos del turf, ya tenían el dato y lo estaban relojeando cuando entrenaba.
 El 4 de marzo en el clásico William Kemmis que se corría sobre el césped de San Isidro, iba a debutar un potrillo de 2 años nacido en el año 1948, en el haras “Las Ortigas” bautizado “Yatasto”, hijo de Selim Hassan y la yegua Yucca, nieto materno del gran Congreve, corría para el stud Atenas lo cuidaba Juan de la Cruz y lo montaba Juan Carlos Contreras.
 Yatasto era favorito, la carrera era de 1000 mts. y competía contra otros 14 caballos.
 Largo mal, pero salió a buscar a los de adelante y a todos los dejó atrás, cruzó el disco sacándole 3 cuerpos al 2º. Ganó las 11 carreras que corrió ese año incluyendo la cuádruple corona que significa ganar en un año, los grandes premios Nacional, Carlos Pellegrini,  Jockey Club y la Polla de Potrillos. Corona que ganaron otros caballos antes que él: Pipermint (1902), Old Man (1904),
Botafogo (1917), Rico (1922), Mineral (1931) y La Mission (1938). Era el año 1952 y Yatasto seguía invicto, la gente pensaba que era invencible, pero llegó el 30 de noviembre y en el ambiente del turf no se hablaba de otra cosa, Yatasto iba a participar del gran premio Carlos Pellegrini. Cuando se abrieron las puertas del hipódromo de San Isidro 100.000 personas ingresaron, Yatasto era el favorito, lo montaba Ireneo Leguisamo “El Pulpo”. Pero Branding desfiló, tomó la punta y nunca la soltó, lo montaba Hector Padula. Al llegar a la recta Yatasto se acercó pero no llegó y ahí lo pasa Sideral, dejándolo 3º, ese día San Isidro cayó en una enorme tristeza y dolor
Las crónicas de la época cuentan que mucha gente se iba llorando del hipódromo. Branding no corrió más.
En el año 1953 se fue a competir a Brasil con la monta de Leguisamo y perdió la 2º carrera de toda su campaña, llegando en 4º lugar.
  A Sideral lo enfrentó en la última carrera de su vida el 11 de octubre de 1953 y lo destrozó, marcando el record para los 3000 mts. en 3' 4'' 1/5- Corrió 24 carreras en toda su trayectoria ganó 22 y perdió solo 2.
Solo corrió algo más de 2 años y medio que le alcanzaron para meterse para siempre en el corazón del pueblo. Yatasto fue enviado al campo para reproducción y luego vendido en el año 1958 a  E.E.U.U. Un día “El Gordo” José María Muñoz fué a relatar un partido a E.E.U.U.  y en un campo vió un caballo y alguien le pasó el dato,
“¿ sabes quien es ese caballo ?”, “no” respondió, “el gran Yatasto”, emocionado comenzó a arengar por el micrófono para que alguien desde la Argentina lo venga a buscar y lo traiga a morir a su tierra, pero nadie lo escuchó. Yatasto murió, en California solo, lejos del pueblo que lo amó, tenía casi 30 años.
  Casualidad o no, las 2 carreras que perdió lo montaba Leguisamo, se hablaba de que el caballo estaba mal entrenado, de que estaba lesionado, de que Legui planteaba mal la carrera o de que el jockey estaba comprado y lo hacia perder. Vaya uno a saber a,  a 65 años, cual es la verdad de esta historia. Todos sabemos que el caballo es un animal  muy cariñoso y muy inteligente, Contreras ganaba con la fusta abajo del brazo, rara vez le pegaba, y yo leí alguna vez que el caballo no tenía feeling con Legui, que lo iba a buscar muy temprano al stud y lo hacia trabajar duro y eso a Yatasto no le gustaba.             
 En la corrección del año 1959 de su preciosa “Milonga que peina canas” Alberto Gomez dice: ….” Y cuando llegue la hora / de dar el último abrazo / me iré pensando en Yatasto / para morirme feliz.