La estafa es un delito contra la propiedad o
el patrimonio de otra persona y generalmente se asocia al fraude y al engaño.
La estafa tiene tantas variantes y es tan impredecible que en el año 1945, el
Tribunal Superior de Cordoba, dijo: “Nadie en el mundo puede ser capaz de
prever la modalidad que una estafa puede revestir”. El estafador siempre tiene
que usar un ardid o un engaño para lograr su cometido, el ardid es un metodo
habil y mañoso para lograr algo, el engaño en cambio implica algo mas y es una
especie de conexión entre la trampa y el error . Pero a veces los estafadores
recurren a la simple mentira, la mayoria de los teóricos piensa que entre
mentira y engaño hay una diferencia, mentira es afirmar algo que es falso, cuya
creencia queda librada a la buena fe del otro, de manera que a veces todo queda
librado a la credulidad del estafado.
Enrique Santos Discepolo cometió un error político / musical que pocos conocen, y fue
que se hizo tan obsecuente al peronismo que sus tangos de protesta social los escribió antes del 17 de octubre de 1945,
a saber: “Que Vachache” (1926), “Chorra” (1928), “Yira Yira” (1930), “Que Sapa
Señor” (1931), “3 Esperanzas” (1933) y ”Cambalache” (1934) .
“Cambalache” para mi no fue ni su mejor, ni su
mas bonito tango, pero si fue su tango mas simbolico y mas emblemático, por 2
motivos: uno es porque tiene mas de 80 años y parece que fue escrito ayer y el
otro es porque, que argentino no conoce alguna estrofa de “Cambalache”. Con
cientos de versiones en todo el mundo en una de sus estrofas dice: “Que falta
de respeto / que atropello a la razón / cualquiera es un señor / cualquiera es
un ladron / mezclao con STAVISKY / va Don Bosco y ”La Mignon” / Don Chicho y
Napoleon / Carnera y San Martin / igual que en la vidriera irrespetuosa / de
los cambalaches se ha mezclao la vida / y herida por un sable sin remache / ves
llorar la vida junto a un calefón”.
¿Quien era Stavisky?, cuando Discepolo compuso
“Cambalache” su nombre estaba en boca de muchos y fue sino el mas grande, uno
de los mas grandes estafadores de la historia.
Serge Alexander Stavisky conocido también como
“Sacha”, era ruso de familia judía, su padre dentista lo llevo a Francia en el
año 1900 cuando solo tenia 4 años, ambos obtuvieron la ciudadanía francesa
(tramite esencial para evitar una posible deportación). En su juventud realizo
estafas menores, trampas en el juego, falsifico joyas y se hizo amigo de importantes
políticos y personajes de la aristocracia. Al final fue preso, pero sus
contactos le ahorraron una larga condena, su padre (el dentista), al saber de
su arresto se suicido. Al salir de prisión, Stavisky abrió el banco “Credit
Communal” en Bayona cerca de la frontera con España y puso de gerente a uno de
sus testaferros: Gustave Tissier yen el directorio a políticos y miembros de la
alta sociedad francesa. “Sacha” estaba organizando una de las estafas mas
grande de historia con la complicidad del diputado y alcalde de Bayona:
Dominique Joseph Garat. El banco abrió con 20 millones de garantía (pero en
joyas falsas o sobrevaluadas) y emitió bonos por valor de 235 millones de
francos. Cuando llego la hora de exigir cuentas, se descubrió el fraude, el
dinero había desaparecido y los bonos eran falsos. Cuando se supo que tuvo
apoyo político el malestar social fue mayor, las manifestaciones y huelgas en
toda Francia causaron 17 muertos, por los intentos de bloquear la investigación
que involucraba a altos funcionarios tuvo que renunciar el 1° ministro francés
Camille Chautemps. Este caso se conoció como el “Affaire Stavisky” y puso a
Francia al borde de la guerra civil. En enero de 1934 Stavisky apareció muerto,
dijeron que se había suicidado, pero nadie lo creyo, la bala con que murió fue
disparada de 3 mts. En el año 1974 su vida fue llevada al cine por una
producción italofrancesa dirigida por
Alain Resnais y protagonizada por Jean Paul Belmondo y Anny Duperey .
Y todo esto a causa de un estafador que tuvo
muy buenos contactos y que el gran Enrique Santos Discepolo metió en un tango
legendario.
Pero no se alarmen, estafadores hubo y habrá
siempre, solo, hay que actuar con cautela, pero como dijo un viejo periodista
del que no recuerdo su nombre:
“Hay
mas estafadores y la ladrones en los escritorios de las oficinas del Microcentro,
que en las esquinas del barrio mas picante del conurbano que ustedes imaginen”.