“SEMOS HERMANOS”

Dedicado a: Orlando Belusci (mozo 5estrellas)

El domingo 24 de mayo del corriente año, a los 32 minutos del partido de futbol, que jugaban en Corrientes, Boca Unidos con Atlético Paraná. Cristian Goméz de tan solo 27 años, jugador de este último, se desvaneció, fue trasladado de inmediato al Hospital Escuela de Corrientes, pero no reaccionó a pesar de las tareas de reanimación que se le realizaron durante 1 hora y falleció.  Previo a esto, habia pasado todos los chequeos de rigor que le exigió el club. En la semana siguiente Orlando Belusci, mozo de la parrilla “Martín Castro”, sacó el tema ante un grupo de parroquianos y dijo: “ Como puede morirse este chico tan joven, deportista y con un futuro por delante”, yo traté de explicarle que la muerte es una visita inesperada y degradable, que tenemos que estar preparados para recibirla en cualquier momento y que es terrible, algo que uno quiere no verlo nunca
 más, pero Orlando seguia sin entender que la muerte injusta y prematura, duele más, pero existe y la debemos asumir, pero Orlando continuaba con que no se podía morir tan joven y con un futuro por delante, yo prosegui diciendole que en la vida se pueden completar todos los formularios, cumplir con todos los requisitos y hacer todas las filas pertinentes, que si no se tiene una cuota de suerte, se puede fracasar, cuando presentí que no me iba a entender nunca, se me ocurrió decirle, sabes lo que pasa, es que “Semos Hermanos”.
 “Semos Hermanos” es un libro de poemas lunfardos escritos por Francisco Bautista Rimoli más conocido en la jerga como Dante A. Linyera, nacido en Bs. As. el 10 de agosto de 1903 que escribió este solo libro y la letra de algunos tangos poco cantables como “Boedo” y “Loca Bohemia”, entre otros, con música de Julio De Caro.
 Linyera es un poeta olvidado y sus versos prácticamente desconocidos, en este libro tiene un poema lunfardo del mismo nombre donde quiere demostrar  lo que yo le queria hacer entender a Orlando, que a todos nos pueden pasar cosas inesperadas e inmerecidas, el poeta recurre a personalidades de su época para escribir “Semos Hermanos” un poema que  rescatamos del olvido.   



Sale el sol, ¡Zas!, Y quema la flor y el perejil,
Tanto calienta al rana como calienta al gil.
La luna no le pide permiso a don Marcelo
Y alumbra a los pelados y a los que tienen pelo.
Cuando llueve, Anchorena se moja mismamente
Como se moja el negro Raúl o su sirviente.
Cuando llega el invierno o por si acaso nieva
Tiene frío el más reo como el gran Villanueva.
Cuando se cae algo en una calle, donde hay una casa,
Se rompe la cabeza, el más rico, si pasa
Lo mismo que si llega a cruzar por ahí, un pobre.
Se mueren los “manates” y el que no tiene un cobre.
¡Manyá!, Si uno no tiene ni un mango, ni uno solo
Hoy no se cambiaría por el rico Barolo,
Que estiró las dos patas, con todos sus morlacos
Y sin embargo, viven muchos que andan sin saco.
Batile a ña Regina de Alvear, con su brillo
Si ella no sufre igual que madre ´e conventillo.
Que te diga Naciano Moreno, el carrerista
Si a veces no anda triste
Como cualquier corista de teatro de barrio.
Que diga la Pagano
Si no sufre dolores como cualquiera humano.
Preguntale a la mina de gran aristocracia
Si no siente dolores, a pesar de su gracia.
Y a pesar de sus muchas riquezas, te diría
Que yo por Anchorena, nunca me cambiaría.

¡Semos todos hermanos!. ¡Hermanos, todos semos!
Semos todos hermanos, porque todos comemos,
Y el mismo Presidente de la Argentina, a veces
Envidia al atorrante que no come hace meses.
¡Semos hermanos, viejo...!
Ya lo dijo ese rana de Cristo,
Ya que todos, al llegar la mañana,
Tenemos que ir al fondo pa´ poder evacuar
Y es un gran inorante, quien lo quiera negar.
Sale el sol, ¡Zas!, Y alumbra la flor y el perejil,
Tanto calienta al rana como calienta al gil.
Y Anchorena que es rico, como yo sin ni medio
Tendremos que morir un día, sin remedio.
¡Semos hermanos, viejo...!
Lo dijo Cristo, el rana,
Y no hay vueltas que darle a la milonga humana.
¡Semos hermanos!, ¡Todos...!
¡Semos hermanos, viejo...!
Los que baten que no, son alma de conejo.



 Dante A. Linyera murió en Bs. As. el 15 de julio de 1938, en la Academia Porteña del Lunfardo hay un hermoso cuadro que lo recuerda y un sillón con su nombre que ocupa un academico.
 Este verso fue llevado al disco por Julián Centeya acompañado por el bandoneón de Pedro mafia. Y como decía el gran Enrique Cadícamo “El destino es un mazo de naipes y el diablo lo baraja”