EL MORDISQUITO

El Mordisquito

 Recuerdo que en el año 1983, yo siendo un joven adolescente miraba con sorpresa como los futbolistas: Ricardo Bochini y Hugo Gatti hacían sendas propagandas a favor del Dr. Alfonsin que se postulaba en ese entonces como presidente de la nación. Dentro de mi inocencia juvenil, no podía entender como un deportista popular podía identificarse con un partido político y me ponía en el lugar de los hinchas que amaban a estos jugadores y que no coincidían con su idea política. Como se sentiría un hincha de Boca o Independiente y antiradical ante esta propaganda partidaria, la respuesta es mal, porque yo entiendo que los personajes populares tengan una idea política, pero a ellos los admiran partidarios, opositores y apolíticos entonces no tienen derecho a poner en una situación ambigua a sus seguidores.
 En el año 1951 el gobierno del Gral. Perón estaba trabajando por la reelección para el periodo 1952 / 58,entonces había creado una audición radial de gran repercusión que se llamaba “Pienso y digo lo que pienso” y que iba todos los días a las 20:35 hs. en donde personajes de la cultura leían un libreto armado por el gobierno en donde hacían hincapié en la mejora en la calidad de vida del pueblo, producto de las medidas adoptadas por el peronismo, (era el 6,7,8 del momento). Donde se le hablaba a un ciudadano imaginario disconforme, opositor al gobierno, pero que usufructuaba de los beneficios que este le daba y lo incitaba a votar al gobierno para el período que estaba por comenzar. Algunos personajes populares hacían esto por convicción, otros por interés y  pero todos caían en una trampa de la que después, no sabían como salir. Hasta que un día Raúl Apold subsecretarío de prensa y difusión del gobierno, decide convocar a Enrique Santos Discépolo para que hable siempre en esta audición partidaria, este último pone como condición escribir él los libretos y le dicen que sí, entonces la audición explotó de audiencia y Discépolo cayo en la trampa.
 Discépolo era compositor, músico y cineasta había nacido en Bs. As. el 27 de marzo de 1901, su 1º tango fue “El bizcochito”, el último “Cafetín de Buenos Aires” su actuación mas memorable en el cine fue “El hincha” de 1951 dirigida por Manuel Romero donde interpreta al personaje del ñato, un hincha fanático de un equipo de futbol. Asi fué que todo Bs. As. lo escuchó hablar durante 40 audiciones radiales impecables que quedaron en la memoria popular, donde concluía diciendo, “a mi, no me la vas a contar”. Pero en las primeras audiciones le empezaron a llegar al camarín mensajes anónimos amenazadores firmados por un tal “Mordisquito” entonces a partir del 9º programa, Discépolo le comenzó a hablar al Mordisquito que era el prototipo de un opositor, a partir de ahí hasta el final el programa se llamó “El Mordisquito” y bajo este nombre quedará en la historia para siempre y el remate final quedara como “a mi, no me la vas a contar Mordisquito”.

Con la presencia de Discepolo esta audición político partidaria sobrepaso el olvido y el tiempo. Obviamente el fin de esta nota es recordar anecdóticamente estos dialogos, no el analizar el contenido de este programa radial político con el que se puede coincidir o no. Si  Discepolo nunca hubiera participado de ellos, este programa estaria en el olvido y ni esta columna ni el gran Eduardo Galeano  en su libro dedicado al poeta la hubieramos recordado. y así fué que la noche del 11 de julio de 1951 la voz de Discepolo se escucho por 1º vez en las radios del país. Vamos a recordar un resumen de algunos dialogos inolvidables que el poeta mantuvo con “El Mordisquito”:
“ Resulta que antes no te importaba nada y ahora te importa todo. Sobre todo lo chiquito. Pasastes de naúfrago a financista sin bajarte del bote. Vos sí… vos que estabas acostumbrado a saber que tu patria era la factoria de alguien y te encontrastes con que te hacian el regalo de una patria nueva, y entonces… en vez de dar las gracias por el sobretodo de vicuña, dijistes que habia una pelusa en la manga y que no lo querías derecho sino cruzado. Ah! Pero el sobretodo te lo quedastes igual. ¿ Que me vas a contar a mi Mordisquito ?. ¿ A quien le llevas la contra ?. Antes no te importaba nada y ahora te importa todo. Y protestas. ¿ Y por que protestas ?. ¡ Ah no hay té de Ceilán ¡. Eso es tremendo. Mira que problema. Leche hay. Leche sobra. Tus hijos, que alguna vez miraban la nata por turno, ahora van al colegio con la vaca puesta. ¡ Pero no hay té de Ceilán ¡ vos Mordisquito que te pasastes la vida tomando mate cocido, ahora planteas como un problema de estado la ausencia del té de Ceilán. El país empezo a caminar de otra manera, sin que lo metieran en un andador o lo llevasen atado de una cuerda, antes no había nada ni, dinero, ni indemnizaciones, ni amparo a la vejez y vos mordisquito no decias ni medio, no te importaba la vida que llevabas. Ahora ganas bien, vos, tus hijos y tus padres están protejidos, vas al cine, comes 4 veces por día y sentís el ruido alegre y rendidor que hace el metabolismo de una panza llena. Ahora las colas se forman para esperar el ómnibus, para comprar comida o para depositar en la caja de ahorro y no como en el pasado, que tenias que hacer cola para pedir angustiosamente un pedazo de carne en aquella humillante olla popular, o en una agencia de colocaciones para pedir ese empleo que nunca te daban. No te importa que la patria haya tenido problemas gigantes y esos problemas lo hayan resuelto hombres, vos seguís con el problema chiquito, vos que veias pasar el desfile de las inclemencias y de los desesperados y no se te movia un pelo. Ahora te preocupas por que no podes tomar té de Ceilán, vos que durante toda tu vida tomaste mate cocido, a mi no podes engrupir, que tengo una memoria de elefante. ¡ A mi no me la vas a contar, Mordisquito ¡
 Nunca el pueblo opositor le perdono a Discepolo participar en la campaña para reelegir al gral. Perón, a pesar de que muchos que lo odiaron por esto, hasta ese momento lo admiraban profundamente y comenzaron a tener para con él aptitudes que, para un artista popular eran terribles. Un día le realizaban una cena homenaje, le compraron todas las entradas y muy poca gente fue a agasajarlo, sus obras tenían salas vacias, le rompian discos en la cara, cuando lo veian venir, se cambiaban de vereda y un día Francisco Petrone le negó el saludo, todo esto lo llevo a una profunda depresión de la que nunca más pudo salir. Encima un día el gral. Perón dijo, ganamos las elecciones gracias al voto femenino y al Mordisquito y esto termino por pulverizarlo.
 Enrique Santos Discepolo que ya andaba con ganas de morirse, partió para siempre el 23 de diciembre de 1951 (sin ver reelegido a Perón), producto de problemas cardiacos, anemia y tristeza provocada por ese odio popular de aquel pueblo antiperonista que alguna vez lo amó. Discepolo cayó en una trampa de la que no supo como salir, quizo hacer un paraíso para todos y lo único que logró es hacer un infierno para él. Evita le envió una corona que decía “Hasta Pronto” y así fué pues solo lo sobrevivió 20 meses.
 El gran Homero Manzi internado por una grave enfermedad escribió en el hospital su último tango: “Discepolín” en homenaje a su amigo y se lo dicto a Troilo por teléfono quien le puso música, en una de sus más hermosas estrofas dice así:

“Conozco de tu largo aburrimiento
y entiendo lo que cuesta ser feliz
y al son de cada tango te presiento
con tu talento enorme y tu nariz”

Y recuerden queridos lectores “ A mi no me la van a contar”

                                                                                      Marcelo Rizzo

                                                                                    marriz@hotmail.es