OPERACION GIBRALTAR

Era el 22 de agosto de 1972, el país vivía bajo la dictadura del General Alejandro Agustín Lanusse, los guerrilleros argentinos que estaban presos en la carcel  de la ciudad de Rawson de la provincia de Chubut, organizaron una fuga del penal y salieron en 2 grupos hacia el aeropuerto. El primero, formado por 6 personas, que lograron llegar,  tomar un avión y huir y el segundo de 19 personas no llegó y fueron atrapados 16 fueron fusilados en la ciudad de Trelew, solo 3 sobrevivieron. Cada uno de los cuerpos fué llevado a la ciudad a la que pertenecían y velados ahí, con esta aptitud el gobierno quería evitar manifestaciones masivas , pero algunos cadáveres fueron velados en la sede del Partido Justicialista de la ciudad de Bs. As. Y un grupo multitudinario los despidió, esto molesto mucho a las fuerzas de seguridad.
 Una tanqueta derribó la puerta de la sede, y los efectivos se llevaron los féretros con los cadáveres para enterrarlos en algún lugar desconocido. El encargado del operativo era un personaje siniestro, el Comisario mayor Alberto villar.
 Villar era un policía de raza, represor nato, la patota lo veneraba como a un símbolo.
 Villar participó del “Cordobazo” en 1969, del “Vivorazo” en 1971, volvió a Cordoba en el año 1972 para reprimir un levantamiento obrero,  donde reprimió hasta a la misma policía cordobesa. Pidió el retiro voluntario en el año 1973, cuando asumió la presidencia Hector Campora (un peronista de izquierda que lo odiaba).
 Con el decreto 312 del año 1974 el Gral. Perón lo ascendió a Comisario General y lo nombró jefe de la Policía Federal, formó parte de la tristemente celebre A.A.A. de Lopez Rega
 Después de esta y otras aptitudes la guerrilla de izquierda se la tenía jurada y lo tenía en la mira y esto lo demuestra: En un apto en la cancha de Atlanta, la gente cantaba “Montoneros, Montoneros, tu gente te lo pide, queremos la cabeza de Villar y Margaride”.
El comisario  Luis Margaride era uno de los más terribles hombres de Villar, cuentan que tenía la costumbre de entrar a los albergues transitorios y si luego de pedir documentos encontraba algúna persona casada la exponía delante de su pareja. Dicen que este síndrome le quedó después de haber sufrido una dolorosa infidelidad.
 Pero Villar era un hueso duro de roer, nunca estaba solo, siempre estaba custodiado por varias personas, que nunca lo abandonaban. Pero los “Montoneros” que no eran tontos, detectaron que la única vez que lo dejaban, era cuando se iba a navegar junto a su esposa, los días domingo en su lancha por los canales del delta. Los custodios se quedaban en el muelle y esperaban que regrese, pero el domingo 1º de noviembre de 1974, Villar no regresó .
 Máximo Nicoletti, buzo táctico de “Montoneros”, que había tenido entrenamiento en Centroamérica, colocó debajo de su embarcación entre 3 y 5 kg. de un explosivo llamado gelignita y los pequeños trozos que quedaron de Villar y su esposa luego de la explosión, se fueron a descansar al fondo del arroyo “El Rosquete” del Tigre.
 La dictadura que comenzó aquel 24 de marzo de 1976 atrapó a Nicoletti, pero al darse cuenta que era un buzo experto muy valioso y que podía ser de gran utilidad para la Armada Argentina no lo mataron ni lo hicieron desaparecer, simplemente lo quebraron y los hombres del Almirante Massera lo obligaron a trabajar para ellos.
Así que como extraña paradoja del destino, Nicoletti después de haber participado del asesinato del jefe de la Policía Federal, fué entrenador del “Grupo Albatros”. Pero un día le dieron una misión de suma importancia que podía haber cambiado el rumbo de la guerra de Malvinas. La misma consistía en colocar bombas submarinas debajo de las naves británicas que iban a abastecerse de  combustible en la península de Gibraltar al sur de España. Esta misión que es prácticamente desconocida se conoció como “Operación Gibraltar”. 

 “Operación Gibraltar” fue una operación organizada por los servicios de inteligencia de la Armada, en abril de 1982. El almirante Isaac Anaya jefe de la Armada, mantuvo la operación  en secreto a la mayoría de sus camaradas.  El comando estaba formado por 4 hombres, 3 ex montoneros (con experiencia subacuática): Máximo  Nicoletti, Nelson Latorre y otro conocido como el”Marciano” y un Teniente de Navío conocido con  el alias de “Hector”. Su misión era colocar minas submarinas debajo de la fragata inglesa            “ HMS Ariadne” que viajaba desde Inglaterra hacia las “Islas Malvinas” para participar de la guerra en el Atlántico Sur contra la Argentina.
 La fragata “ HMS Ariadne” iba a atracar  en los primeros días de junio en la peninsula de Gibraltar al sur de España para reabastecerse de combustible, recordemos que Gibraltar está en poder de Inglaterra desde el año 1713.
 Desde territorio español el comando monitoreaba todo el tráfico naval británico alrededor de Gibraltar.
 En una valija diplomática viajaron los explosivos desde Bs. As. hacia la embajada Argentina en Madrid. El comando viajó desde
Bs. As. hasta Paris con pasaportes muy mal falsificados ( secuestrados en un operativo contra Montoneros), para que en caso de ser descubiertos,  la operación se atribuyera a antiguos cuadros de esa organización guerrillera. Pero en París fueron detectados y puestos bajo vigilancia. Ya en España, el grupo recogió de la embajada 2 minas de fabricación italiana, de 60 cm. de diámetro, cargadas con 25 kg. de trotyl.
 El comando se instaló en un pequeño hotel ubicado entre Gibraltar y Algeciras,  bajo la apariencia de un grupo de turistas argentinos amantes de la pesca y ahí comenzaron a estudiar el terreno para el golpe, el requisito era contar con una noche encapotada para moverse sin ser detectados, salir a fin de la tarde en un gomón, hundirlo y bucear hasta la fragata con los explosivos, colocarlos y nadar hasta la costa donde los esperaría un auto de apoyo.
 Había una fragata inglesa en el puerto de Gibraltar, las condiciones meteorológicas adecuadas y la luz verde de Bs. As., pero el cielo se descubrió y la luna llena amenazó con delatarlos y la operación se frustró.
 El 3 de mayo de 1992, un día después del hundimiento del “ARA Gral.Belgrano”, la Armada se empezó a desesperar y la junta militar ordenó al comando, la destrucción de cualquier barco británico lo antes posible.
 Despues del ingreso a Europa por la ciudad de París el grupo comenzó a ser monitoreado por las fuerzas policiales europeas, un motivo eran los pasaportes falsos, otro, los fabulosos gastos en  efectivo que realizaban y la último era que cuando el grupo estaba en                                           Algeciras hubo un robo en un banco local y escucharon un “che” de parte de uno de los delincuentes y ahí comenzaron a perseguir a todos los argentinos que estaban en la zona. Cuando dos de los argentinos fueron a renovar el alquiler del auto que los trasladaba, fueron aprendidos y luego el resto, en el hotel.
 Este comando formado por 4 argentinos fueron considerados prisioneros de guerra y así tratados por el gobierno español y enviados a Bs. As. en el más adsoluto secreto. Cuentan que uno de los militares españoles que los capturó, les dijo: “ Hombre, si yo hubiera sabido que ibais a a hundir un barco inglés os dejaba. Después de todo El Peñon de Gibraltar es territorio usurpado por Inglaterra”.
 Antes de escribir esta historia, yo se la conté a un amigo y él me preguntó si era cierta, y yo le respondí, que todas las historias que escribo son ciertas, esto demuestra lo oculta que estuvo esta historia entre nuestro pueblo. Oculta para evitar que se vea la convivencia que hubo en algunos casos entre los guerrilleros y las Fuerzas Armadas.
 Máximo Nicoletti sobrevivió al Proceso Militar y caminaba en libertad dándose ínfulas de héroe. No estaba tan errado, “Operación Gibraltar” fué una operación que salió mal, pero si hubiera salido bien, un comando formado por 1 oficial de la Armada Argentina y 3 ex guerrilleros hubiera cambiado el rumbo de aquella triste “Guerra de Malvinas”