“VITO DUMAS, EL NAVEGANTE SOLITARIO”

 Hace muchos años un viejo vecino del barrio que vivía en la calle “La Colombiana” (hoy “Payador  Martin Castro”) entre la Av. Rivadavia  y  Buenos Aires de Ciudadela me contó la historia del predio donde se asienta, hoy, el Barrio “Maldonado” que es el barrio que esta al costado del puente de la Av. Diaz Velez del lado de Ciudadela Sur y que ocupa la mayor parte de la manzana comprendida por las calles: Av. Diaz Velez, Zapiola,  Av. Rivadavia y Vito Dumas.
 El hombre me dijo que entre las décadas de 1930/40 el lugar sirvió como cancha de futbol de la “Sociedad de Fomento y Cultura Alte. Brown” quien tuvo sedes por diversos lugares del barrio, para principios de la década del ´50 un circo instaló su carpa para realizar algunas actuaciones, el circo se fué, pero una pareja de la agrupación se quedó, se construyó una casilla, comenzó a vivir ahí, y así comenzó el asentamiento. La calle Vito Dumas, no nació como calle, nació como arroyo, por ahí pasaba un brazo del arroyo “Maldonado” que partió a nuestro barrio en 2, durante muchísimos años, la calle  Vito Dumas es muy importante para ellos, en una epoca daban como domicilio postal una dirección sobre ella y el nº de casa interna. Yo le pregunté a más de 100 personas del barrio y sus zonas aledañas, sobre quién era Vito Dumas, solo 10 lo relacionaron con la naútica y creo que solo 1 o 2 personas sabian de sus hazañas por los mares, el resto no sabía quien era.
 Pero quien fué realmente este heroe olvidado del deporte argentino? Quien fué Vito Dumas? (el navegante solitario).
 “Cuando leas esta carta, posiblemente ya me haya hecho a la mar. ¡Solo!. Tocaré Coruña, seguiré, a Madeira de allí a Canarias, luego a Rio de Janeiro y al fin Buenos Aires… No llevo motor… La razón de mi aventura es haber comprometido mi palabra de realizar algo de mérito para el deporte argentino… Algún día, si no habla el destino antes, te daré mayores  detalles. Por ahora vaya un abrazo para el querido amigo. Si no llego tú hablarás por mí. Dirás que he sacrificado a mi familia, mi bienestar y mi vida,
por el deporte y por la patria”. Así, le escribía el 20 de noviembre de 1931  a Constancio Vigil (director de la revista “El Gráfico) desde Arcachón, Francia, un Vito Dumas de 31 años, dispuesto a partir hacia su primera gran prueba. Unir Francia con Bs. As. en un pequeño velero, sin motor.
Vito Dumas había nacido el 26 de septiembre de 1900 en el barrio de Palermo (Ciudad de Bs. As.). Desde muy joven lo atrae el río, la práctica del remo y la natación, en el año 1925 logra el record mundial de permanencia en el agua, fin de la década del ´20 compró (como pudo) un viejo velero construido en Francia en el año 1918 al que bautizó:  “LEHG I”.
 El “LEHG I” medía 8 mts. de eslora (largo) y 2,15 mts. de manga (ancho), fué construido para regatas costeras de 3 o 4 horas, pero estaba destruido, ya no servía y estaba destinado al desguace. Con este pequeño velero, sin los medios, ni la preparación necesaria,
 Vito Dumas zarpó, el 13 de diciembre de 1931 desde Arcachón (Francia) hacia Bs. As. Hace escala en las Palmas (España) y de pronto lo peor, su velero encalla en la playa de las Mostardas en Brasil, Dumas sobrevive con olas de más de 20 mts. después de más de 120 días,  el 13 de abril de 1932 llega al puerto de Bs. As.
 Si hacemos un poco de historia naval, desde épocas ancestrales el hombre siempre navegó a vela o a propulsión humana, hasta mitad del siglo XIX que aparecieron los 1º barcos a vapor. Sin ir más lejos, Colón en 1492 también cruzó el Atlántico a vela, pero “La Niña” que era la más pequeña de sus carabelas medía 20 mts. de eslora, pesaba 50 toneladas y llevaba 26 hombres. Lo de Vito Dumas ya estaba teniendo sabor a hazaña.
  Pero en el año 1934, en los “Astilleros Parodi” de la ciudad de Tigre,  a Vito Dumas le estaban construyendo un nuevo velero de doble proa de 9,55 mts. de eslora y 3,30 mts. de manga al que bautizó “LEHG II” y con el que pensaba dar la vuelta al mundo, por una ruta imposible. Por la “Ruta de los 40 Bramadores”.   Si uno toma un globo terráqueo y lo mira desde el polo sur, va a ver que solo se asoman los extremos de 3 de los 5 continentes: el Cabo de Hornos, en América, Ciudad del Cabo en Africa y las islas de Nueva Zelandia en Oceanía, unir estos 3 puntos, significa dar la vuelta al mundo tomando como centro el Polo Sur y a esa ruta se la conoce en la jerga de la navegación como:”La Ruta de los 40 Bramadores” nombre que le habían puesto los antiguos navegantes ingleses, zona prácticamente innavegable, con vientos que braman, difíciles para cualquier vela, con corrientes impredecibles a traves de los 3 océanos: el Atlántico, el Pacífico y el Indico.
Para ahí se iba el legendario Vito Dumas con su Lehg II a dar la vuelta al mundo. Decir que Dumas hacia esto por revancha a una infancia con privaciones, suena a psicología barata, que lo hacia porque tenía la necesidad de descollar en algo, que lo hacía (como el mismo decía) que era una empresa romántica en tiempos materialistas o que lo hacía simplemente porque estaba loco.
La cuestión fue que el 27 de junio de 1942, en medio de la 2º guerra mundial, sin motor y sin radio, Vito Dumas, zarpó del puerto de Bs. As. rumbo a lo imposible, la gente que lo despidió, no lo decía, pero sospechaba, que nunca más iban a ver al legendario nauta.Nadie hasta ese entonces, en esas condiciones, se había aventurado por esas regiones. Transcurrirán meses antes de que Vito Dumas vuelva a ver tierra. Los ciclones no le daban tregua, la mar era endiablada. El LEHG II navegaba en un infierno que rugía, las olas superaban los 15 mts. Era un viaje a contramano de la lógica y la sensatez, un viaje donde casi tiene que auto amputarse el brazo derecho por una infección.
Después de 437 días de los cuales navegó 274 y de recorrer casi 38000 km. (en 4 etapas), a las 11:00 de la mañana del domingo 7 de septiembre de 1943, el navegante solitario amarra su LEHG II a la dársena del Yacht Club Argentino y hace su entrada triunfal al puerto de Bs. As. envuelto en la ovación de miles de personas, que lo reciben como a un héroe. Vito Dumas tenía 42 años y era el hombre del momento, “El Gráfico” le dedicaba ediciones especiales, era tapa de diarios y revistas, las estampillas llevaban su imagen, daba el puntapié inicial en los principales partidos de fútbol y fué el inspirador de una marcha que grabó el cantor Agustin Irusta con la orquesta de Francisco Canaro.
El 17 de octubre de 1945 Vito Dumas navegaba frente a las costas de Río de Janeiro, sin imaginar los cambios políticos que estaban ocurriendo en el país. Cuatro años después Perón lo nombra Teniente de Navío de la reserva de la Armada y le ofrecía la dirección de la flamante “Escuela de Naútica Deportiva”. Perón sabía que era redituable, apoyar a un tipo de las proesas de Vito Dumas y así lo hizo.
Pero este domador de olas era imparable, era un aventurero nato y el 23 de abril de 1955, con 54 años zarpa con el velero el “SIRIO” con la idea de unir Bs. As. / Nueva York sin escalas pero un ciclón lo obligo a desviarse y durante más de 90 días no se supo nada de él, los diarios lo dieron por desaparecido, hasta que fue encontrado por un pescador en las islas Bahamas enfermo de escorbuto. A los 12 días retomó el viaje y llegó a Nueva York el 23 de septiembre de 1955 en medio del huracán “Connie” con vientos de 113 km/h. Al tiempo se volvió a Bs. As. en un carguero.
Al llegar la “Revolución Libertadora” que derroco al Gral. Perón lo discriminó y lo persiguió por considerarlo uno de los tantos deportistas vinculados al peronismo. La tierra de su patria, hizo lo que no pudieron hacer los mares del mundo: Que Vito Dumas se sienta solo.
Jean Merrien, navegador francés y especialista en historia naútica, en su libro: “Mas allá de lo posible” dijo que: “lo de Dumas es la hazaña mas inaudita que un hombre solo jamás halla realizado en el Mar”.
En el mundo, donde Vito Dumas era considerado uno de los genios de la navegación, no entendian como en la Argentina se lo ningundeaba. Dumas era hijo de humildes inmigrantes italianos y el yachting era un deporte de élite, de la alta sociedad, los yachtman de esa época tenían dos apellidos, era un deporte de oligarcas, Dumas era un infiltrado que les pasó el trapo a todos, y los de apellidos autocreidos ilustres, lo odiaban, lo envidiaban, por eso le crearon una inmerecida fama de mufa. Recién a fines de la década del ´90, algunos empezaron a hacer su mea culpa por la actitud que habían tenido. Actualmente todos respetan su recuerdo y hablan (con hipocresía) de Vito Dumas como un semidíos del mar.
En el año 1995 Ricardo Jofré y Bruno Nicoletti escribieron el libro: “Vito Dumas testimonio de una leyenda” que se agotó al poco tiempo de salir. Dumas escribio 4 libros: “Solo hacia la cruz del sur”, “Los cuarenta bramadores”, “El crucero de lo imprevisto” y “El viaje del Sirio” libros que no pueden faltar en la biblioteca de ningún deportista argentino que se jacte de serlo.
El “LEHG I” esta en el “Museo Enrique Udaondo” de la ciudad de Lujan, el “LEHG II” en el “Museo Naval de la Nación” de la ciudad de Tigre. Al “SIRIO” lo vendió, cuando llegó a EE UU para poder volver a Bs. As.
Este viejo “Lobo del Mar” que navegó solo en medio de la nada, permaneciendo días enteros mojado, sin dormir, mal alimentado y soportando vientos aterradores, partió para siempre el 28 de marzo de 1965, víctima de un derrame cerebral, tenía 64 años, sus restos descansan en el Panteón Naval del Cementerio de Chacarita.
Vito Dumas, el olvidado, el inolvidable, “El hombre que es parte del mar”.
                                    Hasta el mes que viene amigos.

                                                                                        Marcelo C. Rizzo

                                                                                        marriz@hotmail.es