CUANDO RAMOS MEJIA MANDABA JUGADORES DE FUTBOL AL MUNDIAL

Dedicado a: Don Pedro Lucchini, a Doña Marta Cirilli,  a Cacho y a Gustavo Ambrosio y a los impecables Laurita y Rubén de la calle Alberdi al 300 de Ramos Mejía, (que se entusiasmaron tanto con esta historia que me presentaron a Don Pedro).
Don Pedro Lucchini había nacido en 1926, a la edad de 2 años, en 1928 se mudó desde Capital Federal hasta la calle Las Heras al 200 casi esquina Corrientes de Ramos Mejía (donde actualmente sigue viviendo).
 Un hermoso domingo de sol de principio de la decada del '30, Pedrito ,el niño de ese entonces, salió a pasear y a correr por las inofensivas calles del barrio y se fué a jugar al alfalfar que estaba en la manzana comprendida por las calles Bme. Mitre, Alberdi, Sto. Cabral y Las Heras.
Pero no era un domingo cualquiera, habia mucha gente caminando por el lugar, gente a la que comenzó a seguir y se alejó de su casa más de lo acostumbrado, caminó por la calle Alberdi, que en ese entonces estaba cortada en Sto. Cabral,  vió un hermoso club y dobló por Sto. Cabral hacia el sur, siguiendo a la multitud y en la intersección con Corrientes ante su asombro de pibe, paso lo inesperado, se encontró con un estadio de futbol, era la cancha de futbol de 1º división para 11 jugadores del “Club Atlético Estudiantil Porteño” que fué fundado el 6 de septiembre de 1902 en la ciudad de Bs. As. y que tuvo sedes en diferentes lugares de Capital y Gran Bs. As.
Estudiantil Porteño se afilió a la Asociación de Futbol en 1904 y en 1912 por una reestructuración fue promovido a la 1º división del futbol amateur de la Argentina, hasta recalar a principios de la decada del `30 en Ramos Mejía, que para esa época, era una ciudad en ciernes. En su hermoso libro “Aquel Ramos Mejía de antaño” Eduardo Gimenez dice:” En Ramos Mejía, “Estudiantil Porteño” alquiló la hermosa casa quinta La Cabaña, entonces delimitada por las calles Bartolomé Mitre, Pueyrredón, Cabral y Lavalle. En la espaciosa casona de la finca ubicó la sede social y a su alrededor, entre añosos árboles, construyó una pista de patinaje, que se utilizaba también para reuniones bailables y como cancha de básquet; dos canchas de bochas y tres de tenis (éstas en la esquina de Pueyrredón y Corrientes). En la manzana comprendida entre las calles Corrientes, Lavalle, Pueyrredón y Cabral habilitó la cancha de fútbol, con tribunas de madera. La tribuna que estaba sobre  Pueyrredón era para la hinchada visitante, con palco para periodistas, cubría los vestuarios y dependencia para los árbitros, y se comunicaba con el campo de juego mediante un túnel. La tribuna de los hinchas locales, estaba sobre Corrientes, era bastante larga pues llegaba hasta la esquina con Cabral, pero no superaba en altura los diez escalones”.
 Mientras tanto, unos años antes en Europa el dirigente francés Jules Rimet soñaba con organizar un campeonato mundial de futbol, que se terminó concretando en el año 1930  con sede en Uruguay, que tenía sino el mejor, uno de los mejores equipos del mundo y que venía de ganar las medallas doradas en las olimpiadas de 1924 y 1928.
Así fué que dirigidos técnicamente por Francisco Olazar, capitaneados por el legendario Manuel “Nolo” Ferreira y con 4 jugadores del “Club Atlético Estudiantil Porteño” a saber: Alberto Chividini, Atilio Demaría, Rodolfo Orlandini y Adolfo Zumelzú, el equipo argentino cruzó el Rio de La Plata para comenzar a demostrarle al mundo de lo que era capaz de hacer con la pelota en los pies. El equipo logró un honroso 2º puesto al perder la final con los locales por 4 a 2.
 En el año 1931, en Argentina, el futbol se hace profesional, pero “Estudiantil Porteño” se quedo jugando en 1º división pero de una liga amateur. El mundial de 1934 se realiza en Italia y Argentina manda un equipo amateur dirigido por el italiano Filippo Pascucci, con 3 jugadores de “Estudiantil Porteño”: Alfredo Devincenzi, Juan Pedevilla y Francisco Pérez. Italia salió campeón con 4 jugadores argentinos: Enrique Guaita, Luis Monti, Raimundo Orsi y Atilio Demaría (de “Estudiantil Porteño”). Argentina jugó y perdió un único partido ante Suecia por 3 a 2 y se volvió. El mundial de 1938 se realizó en Francia, pero Argentina no participó, por la 2º Guerra Mundial que duró desde 1939 hasta 1945, no hubo más campeonatos  mundiales hasta 1950.
 El “Club Atlético Estudiantil Porteño” salió campeón del futbol amateur de la Argentina en los años 1931 y en 1933, en el año 1939, el club se desafilia de la Asociación de futbol argentino y la cancha desaparece.
Doña Marta Cirilli que nació en 1922 (mamá de mi amigo Gustavo Ambrosio) llegó a su casa de la calle Alberdi al 300 de Ramos Mejía en la decada del `40 cuando la cancha ya no estaba y solo quedaba el club con otras actividades.
En la decada del `50 el “Club Atlético Estudiantil Porteño” se mudó a su preciosa  sede actual de la calle Barcala 716 de Ramos Mejía norte.
Miro aquellos lugares y me emociona reconstruir esta historia de mi viejo y querido Ramos Mejía, perdida en el tiempo y el olvido, saludo afectuosamente  a Don Pedro y a Doña Marta y me voy con mi amigo Gustavo caminando por el empedrado de la calle Las Heras, el mismo que pisó Don Pedro cuando llegó al barrio en 1928 y tratando de perforar el polvo y el olvido detrás de la verdad oculta y huidiza  
                                                                                             Marcelo Rizzo