Dedicada:
A mi querido amigo Humberto Gonzalez (Baffa), Neri, mozo 5 estrellas,
legendario mozo de los bares de Liniers y Ciudadela, en la actualidad, se
desempeña en el bar y restaurant “2 avenidas” de Reconquista y Gral. Paz, el bar más viejo del partido de 3 de Febrero,
más de 100 años en esa esquina lo avalan. El apodo de Baffa se lo ganó por su
gran parecido al músico Ernesto Baffa, bandoneonista de la orquesta de Anibal
Troilo.
A la casa del actor Federico Luppi, llegó un
mensaje donde se lo invitaba a la localidad de Jaramillo , Pcia. de Santa Cruz
a inaugurar un monumento al gran “Facón Grande”, personaje que Luppi interpretó
en la película “La
Patagonia Rebelde” del año 1974. Su verdadero nombre era José
Font un gaucho entrerriano que llegó a la Patagonia para trabajar ( como tantos otros) en
la temporada de la esquila y que se había ganado ese apelativo por lucir un
gran facón en su cintura. Cuando el actor llegó al lugar, se encontró con gran
asombro, que la persona que estaba representada en el monumento era él, porque
no había ninguna fotografía de “Facón Grande”. En dicha película Luis Brandoni
interpretó a Antonio Soto, Pepe Soriano
al alemán Schultz y Hector Alterio al Teniente Coronel Varela. Esta historia era prácticamente desconocida
hasta que el escritor Osvaldo Bayer (a quien tuve el gusto de conocer) investigó a fines de la década del ‘60 y
escribió el libro “ Los vengadores de la Patagonia trágica” y que derivó en la película
que ya les mencioné dirigida por Hector Olivera.
Era el año 1921 los peones de la Patagonia, estibadores,
cocineros y mozos de hotel comenzaron a reclamar por mejores condiciones de
trabajo, mejora de sueldo, jornada de 8 horas de trabajo y un día de descanso
semanal. Al no encontrar repuesta comenzaron una huelga. Los dueños de las
estancias eran en su mayoría ingleses y mediante el gobierno de su país
presionaron al presidente radical
Hipolito Yrigoyen, para que solucione la situación. Yrigoyen envió al
sur para negociar una solución, al regimiento10 de Caballería a cargo del
Teniente Coronel Varela.
Varela llegó a la Patagonia y negocio con
las partes un acuerdo que se llevó firmado, pero al irse dijo: “si tengo que
volver voy a fusilar de a decenas” la patronal no cumplió y varela volvió a
cumplir su promesa, según la fuente en la huelga de 1921 hubo entre 500 y 1500
muertos, la mayoría fusilados y los que no, eran atados desnudos a los
alambrados, sometidos al extremo frío patagónico. Varela se fué de la Patagonia para nunca más
volver, pero el último día, les dió franco a los hombres del regimiento para
que se vayan a divertir a la ciudad de San Julián, y se fueron al prostíbulo “ La Catalana” regenteado por
Paulina Rovira, quien fue avisada de que iba a llegar al lugar una cantidad
importante de hombres, pero omitieron decirle que hombres. Cuando los soldados
llegaron al lugar las 5 prostitutas los corrieron con palos y escobas al grito
de asesinos, represores, vayanse de aquí.
Estas mujeres fueron detenidas y registradas
con sus datos a saber : Consuelo García, 29 años, argentina, soltera. Amalia
Rodriguez, 26 años, argentina, soltera. Angela Fortunato, 31 años, argentina,
casada. María Juliache, 28 años, española soltera, y Maud Foster, 31 años,
inglesa, soltera. Enseguida fueron puestas en libertad, Para no crear más
malestar social del que había.
Estas
cinco mujeres pasaron de prostitutas a heroínas y todo San Julián las admiraba.
Con
el tiempo las chicas desaparecieron del lugar pero después de muchos años,
siendo una mujer sesentona Maud Foster, regresó a “La Catalana”, no para
trabajar de pupila en el prostíbulo, sino para regentear el burdel y en
noviembre de 1968 ahí murió y ahí está enterrada.
La
mañana del 23 de enero de 1923, un anarquista alemán, Kurt Wilkens mató con una
bomba al Teniente Coronel Varela.
Los
radicales nunca hicieron una “mea culpa” por esta represión permitida por
Hipólito Yrigoyen.
Nadie
recuerda donde descansan los restos de Varela, pero a la tumba de Maud Foster nunca le faltan
flores. Qué bello no!
Hasta
el mes que viene amigos!
Marcelo
C. Rizzo