ERA RUBIA Y SUS OJOS CELESTES...

  Hace algunos años, por razones que no vienen al caso, llegue a la casa de un hombre, que se llamaba Gregorio Adams. Yo tenía que cumplir mi cometido e irme, pero vi algo, que hizo, que no pueda evitar realizarle una pregunta personal, tenía en su comedor un pergamino enmarcado que decía algo así : “ El Gobierno de la República Argentina a Don Gregorio Adams por haber participado de la comisión que repatrió los restos del Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas”. Al hombre le agradó mi pregunta y que me interesara en el tema y me contó lo siguiente: “ Yo participé en esa comisión, fue en el año 1989, en el gobierno de Carlos Menem, Rosas estaba enterrado en una tumba abandonada, en el fondo del cementerio ingles de Southampton. Si usted hubiera visto el estado de esa tumba, rodeada de pastos altos y con una cruz de madera arruinada donde apenas se podia leer su nombre” entonces yo le respondí: “Que increible caso el de Rosas, el otro dia inauguraron una estación de subtes y se armó una discusión si le ponían de nombre Rosas o no, y Rosas se murió hace como 150 años y nosotros seguimos discutiendo”, entonces Don Gregorio Adams con la sabiduria que dan los años, me puso la mano en el hombro y me dijo; “Sabe lo que pasa, 150 años para usted o para mi, son muchos, pero para la historia no.” Y tenia razón. Don Juan Manuel de Rosas fue gobernador de Bs. As. en 2 periodos, 1829 / 1832 y 1835 / 1852, el país recién se estaba armando, los ingleses nos quisieron invadir en 1806 y en 1807 y no pudieron, en 1816 habiamos logrado la Independencia de España, entre 1825 y 1828 peleamos con los portugueses que querian entrar por Brasil, resistimos los bloqueos franceses al puerto de Bs. As.  de 1838 y 1840 y  en 1845 en “La Vuelta de Obligado” paramos a una flota anglofrancesa que pretendía la libre navegación por el Paraná.  Nos encaminabamos para armar un gran país, pero nos estabamos matando entre nosotros, porque teniamos terribles diferencias internas, de cómo hacerlo. Los Unitarios de Rivadavia, Lavalle y el Gral. Paz y los Federales de Rosas, Dorrego y Facundo Quiroga no tenian la misma idea de Argentina y se estaban matando entre ellos, era un pais sanguinario, Rosas habia creado “La Mazorca” la primer organizacion parapolicial de la Argentina que utilizaba el terror como instrumento de gobierno.

 Mientras tanto allá por 1845 en el barrio de “Barracas” sobre “La Calle Larga” (hoy “Montes de Oca”) a metros del santuario de “Santa Lucía” estaba la “Pulperia La Paloma” atendida por una hermosa rubia de ojos celestes, que hacia suspirar a todos los jovenes de la zona, que no dejaban de frecuentar el lugar para conocerla. La muchacha era conocida como “La rubia del  saladero” o simplemente como “La Pulpera de Santa Lucia”.
 La historia cuenta que por 1835 un unitario de apellido Bustos, se vió, al ser perseguido por la “Mazorca”, obligado a huir hacia la Banda Oriental. El hombre viudo, por entonces, confió a su pequeña hija, Ramona Bustos al cuidado de su cocinera negra Flora Valderrama, con plata que le dejó Bustos, Flora abrió una pulperia en Barracas cerca del santuario de Santa Lucía. Poco tiempo después, los bienes de Bustos, fueron confiscados por los federales de Rosas y Flora, por temor a persecuciones, cambió el nombre de la pequeña por el de Dionisia Valderrama. Con el tiempo, la niña se convirtió en una atractiva adolescente de cabellos rubios y ojos celestes que atendía aquella pulpería de Barracas. En el año 1849 cayó a la pulpería un soldado unitario de Lavalle, apellidado Miranda, buen payador y buen mozo, quien enamoró a la joven y bella pulpera. En agosto de aquel año, se inició una espantosa masacre de unitarios por parte de los federales y Miranda huyó, no sin antes llevarse a aquella bella rubia de ojos celestes, dicen que se fueron hacia “La Banda Oriental” a reunirse con el padre de la chica.
 Existen varias  historias diferentes sobre aquella rubia de la pulpería de Barracas,  pero esta es la más interesante, porque es la que le contó, a principio del siglo XX la parda Camila Lopez Camelo al poeta Hector Pedro Blomberg (1889- 1955) quien escribió en 1928 los primeros versos sobre esta historia y luego en el año 1929 con música del guitarrista negro Enrique Maciel ( 1897-1962)  escribieron el legendario vals (que el tango adoptó para siempre) que lleva por título “La Pulpera de Santa Lucia”. Este vals fué estrenado por Ignacio Corsini a principio de abril de 1929 en LS2 Radio Prieto y grabado por 1º vez el 22 de abril de ese año por el mismo Corsini.
Los unitarios y federales no sólo se peleaban por ideales políticos sino que según Blomberg también se disputaban el amor de la pulpera de Santa Lucía, como puede leerse en algunas estrofas del vals:” Le cantó el payador mazorquero / con un dulce gemir de vihuelas / en la reja que olía a jazmines / en el patio que olía a diamelas.” “La llevó un payador de Lavalle / cuando el año `40 moría / ya no alumbran sus ojos celestes / la parroquia de Santa Lucía.” Nunca se pudo probar si “La pulpera de Santa Lucía” existió realmente, lo que si estoy seguro es que esta rubia de ojos celestes que “… cantaba como una calandria” esta en el cielo junto a  las legendarias mujeres del tango, está junto a Mireya “…la que se formaban ruedas `pa verla bailar”, está junto a Malena “… la que tenía los ojos oscuros como el olvido”, está junto a Milonguita “…la pebeta más linda de Chiclana”, está junto a Gricel “…la que no debí pensar jamás en lograr su corazón” y está junto a María “…la más mía la lejana”.   
               
                                                                                                             MARCELO C. RIZZO